jueves, 12 de noviembre de 2009

Maya















Maya no es otra cosa que ilusión. Y bien , es verdad que vivimos en un mundo Matrix donde cada cuál se crea su propia ilusión, la alimenta, la hace crecer a veces más grande que el sol mismo intentando tapar su luz. Y en definitiva vivimos por y para esa ilusión. Damos fe, frente a un notario, que es verdad y que no existe otra cosa más real que nuestra propia ilusión creada. Sufrimos por ella, reímos cuando la vemos crecer y nos sentimos orgullosos de sus logros.

Es muy probable que tengamos muchas ilusiones, algunas pequeñitas, que no molestan, hasta nos parecen nimiedades, pero son importantes para rellenar esos espacios vacíos que deja la ilusión más grande, cuando ésta por algún motivo descansa.

Otras ilusiones son importadas, no son de nuestra propia autoría, pero por parecernos bonitas se las pedimos prestadas a otro humanoide ilusorio, y a veces pagamos grandes sumas de dinero que nos dejan en una crisis o bancarrota transitoria. Sólo para creernos dueños de esa ilusión que no sabemos cuánto durará, pero que por ese lapso de tiempo creeremos que nos pertenece y dispondremos de ella a nuestro antojo, en fin otra ilusión más.

Cuál es tú ilusión no lo sé. Y creo que tampoco me interesa mucho conocerla. Lo que intuyo de ella me parece tan ilusoria y poco real que te la dejo para ti. Si eres feliz con esa banalidad , allá tú.

Pero la mía sí que es buena. La mía es la más real de todas la ilusiones. Por ella he llegado hasta aquí, por ella he dejado mucho en el camino, así que como podrás ver ésta ilusión vale tanto como escalar el mismísimo Everest y llegar a la cima. Cualquier mortal daría todo por vivir ésta ilusión.

Para llegar a ella, hubo búsqueda de objetivos, previa introducción y estudio acerca del tema obteniendo los permisos legales correspondientes (yo hago las cosas muy seriamente). Luego necesité ver los materiales, la planificación, la estrategia A y otra B por si la primera fallaba. La puesta en acción del proyecto ilusorio, discusión y finalmente el análisis de los resultados...!!!!. Ahhh...... era otra ilusión...

No importa, ya te dije que era como en Matrix, creamos mundos paralelos y yo tengo la virtud de poder cambiar de mundo. Ja ja, no me digas que esa es otra de mis ilusiones, porque ésta vez... no te lo creo.

Mirian.:

martes, 3 de noviembre de 2009

Con humedad...


Amanece en la Ciudad de la Costa, la niebla cubre como una sábana de crea blanca, el colchón verde del pasto, y así invade mi corazón, haciendo que mi caminar sea lento pausado, tan denso como esa niebla que penetra en mi corazón.
Un día gris en mi vida, que tantos soles a sabido disfrutar, hoy no encuentro esa alegría tan mía que siempre hace que vea luz en todo rincón.
No entiendo los porqué, tampoco los busco, no me interesa. Es que también me da por disfrutar de esa humedad, la siento tan mía... por momentos se me trepa por el centro de mi pecho y pugna salir por mis ojos. No la controlo y la dejo salir. Es cómo si de esa forma expiara mi dolor, como si por esas rendijas dejara salir la tristeza que me embarga.
Ahora mismo veo claro los porqué, mi dolor es la hipocresía, sí, esa hipocresía con la que tanto debato en el afuera, hoy está dentro mío. Pensamiento, palabra y acción, cuando estoy en esa línea co-recta todo anda bien pero me he salido de ese equilibrio y por supuesto apareció su consecuencia, la tristeza. No tengo el valor de enfrentarme con mi más pálida miseria, mi pensamiento dice creo en ti, mis palabras dicen creo en ti y mis acciones están a punto de sozobrar en un mar de tempestad.
Mis lágrimas continúan cayendo y comienza a llover, es como si toda mi agua subiera al cielo para volver a caer sobre mi.
Por poco escapé de la dulce traición, pero no me siento a salvo, el peligro continua acechando a la vuelta de cada esquina. Toda mi vida fue igual, y esta vez quiero hacer algo diferente, quiero creer que se puede hacer algo diferente.
Porque esta vez quiero un resultado diferente. Pero... aparece nuevamente el miedo y me pregunta: ¿acaso piensas que te responderán igual? Mi sentimiento de fatua seguridad, siempre se ha refugiado en el mismo lugar, claro es el mecanismo que tengo mejor conocido para evitar que me lastime, pero acaso no soy yo misma la que me lastimo con esa "no" entrega y mi refugio en la banalidad?
Por esta vez... ya pasó... estoy a salvo, mi dolor se ha escapado con mis lágrimas. Me renuevo con el aire frío de la mañana y reafirmo de nuevo mi compromiso de lealtad para conmigo misma. Vamos que se puede, estás cerca de lograrlo, y si tus resultados no son los que tus sueños imaginaron, ya verás más adelante como saldrás de está dulce realidad.
Gracias alma mía por escucharme y comprenderme. A vos te rindo mi homenaje con humildad, sumisión y respeto, pues eres la única que oye sin juzgar.Hasta la próxima.