viernes, 16 de octubre de 2009

Sabía que llegarías






Soy una romántica enamorada del amor, y al despertar esta mañana brotó en mi, la necesidad de expresar lo que sentía, por eso es que te escribo… que…
...Sabía que algún día llegarías a mí, no conocía el color exacto de tus ojos, ni sabía que serían tan dulces al mirarme.
No sospechaba que día o que noche, iba a dejarme en tus brazos, ni cómo sería nuestro encuentro cuando te reconociera y te volvieras a ver.
Tenía miedo que pasaras a mi lado y no supieras verme, pero hace tanto tiempo que te estaba presintiendo, que cuando me dejé caer en tus brazos, supe que eras el único dueño de mi espera y de mis sueños.
Y hoy estamos juntos… riéndonos del tiempo en que en el Chat tratábamos de adivinarnos los sentimientos, y de cuando en los primeros días de nuestro reencuentro, jugábamos con las miradas y las palabras eran sólo una excusa para mirarnos largamente.
Ahora no necesitamos excusas, puedo perderme en el paisaje de tus ojos, o cerrar los míos y reconocer cada centímetro de tu cara con mis labios: tu frente tibia, tus ojos húmedos y suaves, las mejillas bordeadas por la barba y llegar a tu boca roja, cálida, llena de tentaciones.
Tú ya no necesitas dudar cuando tienes ganas de abrazarme, ni piensas si lo que crees adivinar en el tono de mi voz es cierto o no.
Ya sabes que te quiero, aunque te dé miedo. Sabes que mi alegría te pertenece, que mis manos están llenas de caricias hacia ti… y ¿eso te da miedo? Y… ¿eso me da miedo…?
¿Cómo podré explicarte y explicarme que no debemos tenerlo porque así nunca seremos felices?
Debemos aprender a disfrutar de lo que la vida nos presta porque luego, siempre, cobra un alto interés; quizás como el que tú temes que sea el que deberemos pagar nosotros, sea el de quedarnos con las manos vacías sin la alegría de estirar las manos y sentirse muy cerca uno del otro.
Si eso sucede, no será culpa tuya ni mía; entonces no pensemos desde ya que tal vez vamos a sufrir.
Ahora no. Vive esto que tanto tiempo nos llevó conseguir y disfruta de cada caricia como lo hubieras hecho cuando querías abrazarme y no te animabas, bésame sin prisa y con dulzura, como aquella primera vez cuando temblamos uno en brazos del otro.
Piensa que hoy es tuyo todo lo que quisiste ayer y
sentirás que el mundo mismo está a tu alcance…. Entonces no sentiremos miedo y seremos felices con el presente o con el recuerdo de lo que nos tocó vivir.


Si nos une lo que nos une…
Nada nos separará.


Mirian

No hay comentarios:

Publicar un comentario